Comparador

Ya sabes que por imperativo legal, debemos comunicarte que este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, aceptas todas las cookies de acuerdo con nuestra política de privacidad.

Pasta térmica para mejorar la disipación de calor 46 PRODUCTOS

Para los que buscan sacar el mayor rendimiento del microprocesador y evitar en la medida de lo posible su sobrecalentamiento puedes usar la pasta térmica. Su función es maximizar el contacto entre el procesador y el disipador por lo que se transfiere de mejor forma la temperatura de uno al otro, influyendo esto en la disipación de la temperatura que es en definitiva lo que se busca.

   
Filtrar
 por página

¿Por qué necesitas pasta térmica?

Imagina que estás cocinando a fuego alto y, de repente, ¡te das cuenta de que la sartén no está en contacto total con el quemador! Lo mismo pasa en tu ordenador. Aunque el disipador de calor y el procesador parecen estar pegados, en realidad, si los miras de cerca (a nivel microscópico), hay pequeñas imperfecciones y espacios de aire entre ellos. Estos espacios son malos conductores de calor, lo que significa que tu procesador podría calentarse más de lo necesario. Aquí es donde entra la pasta térmica, rellenando esos pequeños huecos y asegurando que el calor se transfiera de manera más efectiva.

Tipos de pasta térmica

Hay varios tipos de pasta térmica, y cada uno tiene sus propias peculiaridades:

  1. Pasta Térmica de Metal: Contiene partículas de metal y ofrece una excelente conductividad térmica, pero es conductiva eléctricamente. Si no se aplica con cuidado, podría provocar un cortocircuito en los componentes cercanos.

  2. Pasta Térmica de Cerámica: Hecha con partículas cerámicas, no es conductiva eléctricamente, lo que la hace más segura, pero generalmente no es tan eficiente como las de metal en la transferencia de calor.

  3. Pasta Térmica de Silicona: Es más barata y fácil de aplicar, pero no es la mejor en términos de conductividad térmica. Ideal para ordenadores de bajo rendimiento o aplicaciones que no requieran una refrigeración extrema.

  4. Pasta Térmica de Carbón: Este tipo es relativamente nuevo y ofrece una excelente conductividad térmica sin ser conductivo eléctricamente, combinando lo mejor de ambos mundos.

¿Cómo aplicarla?

Aplicar pasta térmica no es ciencia de cohetes, pero requiere un poco de precisión. El truco está en no usar ni muy poca ni demasiada. Hay varias técnicas, pero una de las más comunes es la del "grano de arroz". Simplemente, coloca una pequeña cantidad (del tamaño de un grano de arroz) en el centro del procesador y luego coloca el disipador de calor encima. La presión del disipador esparcirá la pasta de manera uniforme.

Algunas personas prefieren extenderla con una tarjeta o espátula para asegurarse de cubrir toda la superficie, pero esto puede causar burbujas de aire si no se hace bien. También está la técnica de la "X", donde haces una X pequeña en la superficie del procesador antes de colocar el disipador. Cada técnica tiene sus defensores, pero lo importante es asegurarte de que la pasta cubra bien el procesador sin derramarse por los lados.

¿Cuándo debes cambiarla?

La pasta térmica no dura para siempre. Con el tiempo, se seca y pierde efectividad, así que, si has tenido tu ordenador durante un par de años y notas que se está calentando más de lo normal, podría ser el momento de cambiarla. Cada dos o tres años es un buen intervalo para revisarla.

¿Qué pasa si no usas pasta térmica?

Si decides armar tu PC y te olvidas de la pasta térmica, es probable que veas problemas rápidamente. El procesador se calentará mucho más rápido y, en situaciones extremas, podría apagarse automáticamente para evitar daños. En el peor de los casos, el calor excesivo podría dañar permanentemente el procesador o incluso otros componentes cercanos.

Conclusión

La pasta térmica es una parte esencial de cualquier construcción de PC, aunque no sea tan llamativa como la tarjeta gráfica o el procesador. Sin ella, tu sistema podría enfrentar problemas serios de sobrecalentamiento. Así que, la próxima vez que estés montando un PC o simplemente haciendo mantenimiento, asegúrate de no olvidar este pequeño pero crucial componente. ¡Tu ordenador te lo agradecerá!